El club azulgrana sigue pensando en reforzar su ataque y el holandés del Lyon es la alternativa más viable.

Le gusta a Koeman y ayuda que acaba contrato en un año, pero antes hay que bajar más la masa salarial.

“Si no se queda nos adaptaremos”, dijo el dirigente del Lyon, que le ha hecho una oferta de renovación “que no se puede renovar”.

El FC Barcelona sigue pensando en cómo reforzar su plantilla para ofrecerle a Ronald Koeman un proyecto de nivel. Tras la marcha de Luis Suárez al Atlético de Madrid, al técnico le falta un delantero y el que más le gusta es Memphis Depay (26 años), punta del Olympique de Lyon. Ronald le conoce muy bien porque le ha utilizado mucho en su etapa como seleccionador holandés y ahora le gustaría volver a tenerle.

El gran problema del club azulgrana, que también es el del resto de clubs europeos, es la masa salarial del primer equipo. El gran descenso de ingresos previsto para la presente temporada obliga a rebajar también la partida destinada a fichas de deportistas profesionales. Y en este sentido, los futbolistas se llevan la palma. Por eso el Barça está trabajando duro para rebajar los gastos en sueldos. La marcha de Suárez, Vidal y Rakitic, tres jugadores veteranos y con un caché elevado, han ayudado pero aún falta. Si se logra rebajar lo necesario y hay margen, el Barça atacará la contratación de un delantero y de un central. Y el punta más viable es Depay, que acaba contrato la próxima temporada y cuyo club, el Lyon, ya sabe que Koeman anda detrás suyo. Su precio rondaría los 25 millones. De hecho, el diario holandés De Telegraaf llegó a publicar hace dos semanas que ya estaba fichado y que pocos días después lo iban a presentar. No ha sido así, obviamente, pero el interés culé persiste. Aunque no sea un ‘nueve’ puro, le gusta al entrenador.

Ramon Planes, secretario técnico culé, admitió la semana pasada que se seguía buscando un delantero pasase lo que pasase con Suárez, que ha acabado saliendo. Y también ese día, Koeman dijo en una entrevista en FOX Sports que “hay que vender antes de que venga Depay”. En eso está el Barça, tratando de vender a Rafinha, Junior y Todibo, y de ceder al menos a Umtiti, ex precisamente del Olympique de Lyon.

Mientras, el club francés quiere retener a Depay. De hecho, su presidente, Jean-Michel Aulas, le ha hecho una gran oferta para ampliar su contrato. “Le hice una propuesta de renovación que en principio no se puede rechazar, a menos que estemos al final de su contrato”, reveló a RMC el presidente. “Estoy en armonía con mi conciencia. Es una muy buena oferta. Ojalá Memphis siga”, dijo Aulas. “Nunca hay nada imposible. Se ha hecho todo lo posible para asegurar que se quede. Si no se queda, nos adaptaremos”, añadió.

El Lyon nunca ha cerrado la puerta de salida a Depay. Rudi García, su entrenador, fue claro: “Memphis es un jugador de primer nivel. Si puede hacer la temporada con el OL, seremos aún más fuertes. Después, como con muchos de mis jugadores, si tiene la oportunidad de jugar en un club construido para ganar la Champions, lo llevaré con mi coche personalmente”. Quizás antes del 5 de octubre deba conducir con Depay rumbo a Barcelona.

Lautaro, deseado por el Barça pero difícil hacerle un hueco

El delantero del Inter de Milán Lautaro Martínez continúa siendo un delantero muy bien valorado por el FC Barcelona. El principal problema del fichaje del delantero argentino sería, sobre todo, económico. El club barcelonista lo quiere hace tiempo, hay muchos informes y todos ellos buenos. Con su entorno ha habido muchas reuniones, tanto telemáticas como presenciales, incluso durante la pandemia y ha sido una operación largamente planteada que, además, gustaría a Leo Messi, con quien Lautaro comparte selección.

El Barça, lanzado a por un delantero en el mercado tras la salida de Suárez, ha intentado abrir de nuevo esta vía en las últimas semanas y el Inter tampoco descarta su venta, dado que el problema de la elevada masa salarial afecta a todos los clubs, todos ellos afectados en proporciones parecidas respecto a su volumen de negocio por la disminución de ingresos. Sin embargo, lo que es un impulso al fichaje es también un problema: el Barça necesita rebajar muchos millones en su cuenta de gastos y Lautaro quiere una ficha alta, como tenía pactada con el club azulgrana antes de la pandemia.

El fichaje es complicado si no hay una salida potente en términos de salario, aunque sea el preferido de la secretaría técnica y la apuesta más sólida por su juventud y características. El jugador quiere recalar en el Barça e incluso está dispuesto a esperar al año que viene